Ella: Solo trataba de darte mi opinión
Él: ¡Que te calles!
A nadie le interesa
lo que piensas,
¿o no lo sabes?
Ella: Perdóname la culpa es mía.
Él: Entiende que intento hacer
lo mejor para ti, vida mía.
Ella: Y si intentas hacer lo mejor...
¿por que me causas temor?
¿por que no me consuelan ya tus besos?
¿Y ya no siento en mí el amor?
Él: ¿Qué me estás tratando de explicar?
¡No me serás capaz de dejar!
Ella: Antes muerta que seguir condenando mi corazón a esta prisión.
Él:¡Bien! Como quieras
esto no debería acabar así,
pero si deseas morir,
no seré yo quien te lo niegue.



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